De un tiempo a esta parte me he aficionado a agradecer. Agradezco cada cosa que me sucede, porque todas son motivo de aprendizaje, algunas de alegría inmediata, otras de tristeza prometedora y acogida.
Esta práctica me sienta especialmente bien y me coloca en el presente, sin esfuerzo alguno y con consciencia. Y desde esta actitud quiero compartir contigo mis agradecimientos en este momento que nos ocupa.
Agradezco, primero de todo, al Universo que es el mejor maestro y, sin duda alguna, el mejor terapeuta transpersonal que conozco, no sé donde se habrá formado… pero es altamente recomendable escuchar sus mensajes y vivir como te propone. Hay una frase que me encanta: “La mejor opción, lo que el Universo te propone”. Nada que añadir salvo INFINITAS GRACIAS.
Agradezco a mis hijos, el mejor equipo humano, para mí, que he conocido; apoyan y siguen “mis locuras y aventuras” con mucho amor y humor. De ellos aprendo constantemente y con ellos me nutro y crezco cada día. Lluch, es quien ha diseñado esta página, maravillosa, en la que ahora estás. No me imagino a mejor compañera de inicio que a ella. Trabajar a su lado ha sido fácil, divertido, eficaz; ella ha aportado su luz a modo de sensibilidad, buen gusto, amor, complicidad, intención y dedicación. Ella ya lo sabe, pero yo se lo repito una y mil veces: GRACIAS INFINITAS. Jimena, es quien ha iluminado la parte de red social, ella, que vive lejos podría haberse desvinculado y, sin embargo, ha estado pendiente e intencionada para aportar su granito de arena. Otra compañera inigualable en su amor, su intención, su humor. Tú también sabes, pero yo lo repito: GRACIAS INFINITAS. Dos puntos de vista para un mismo fin. Y qué decir de mis otros dos hijos Fátima y Duarte, ellos aportan su luz en la complicidad, el apoyo, el respeto, la compañía y todos, los cuatro, aportan su saber estar en la vida. INFINITAS GRACIAS, queridos míos, por haberme elegido como madre, me siento muy afortunada.
Agradezco a mi clan, al presente y al no presente, porque siento su fuerza para avanzar y para tomar decisiones que incluyen la necesidad de desmarcarme de él, de ciertos mandatos que he acabado reconociendo como lastres. Esa fortaleza heredada, trabajada y consciente me ha llevado hasta aquí. INFINITAS GRACIAS.
Agradezco también a esas personas que han formado parte de mi vida, a las que ya se han ido porque han sido maestras en las que me he reconocido y me han facilitado avanzar, aunque esto lo haya visto cuando ya no estaban junto a mí. Sin embargo, algunas han permanecido y, ella, sobre todo ella, ya sabe, gran compañera de viajes madamescos. GRACIAS INFINITAS.
Agradezco a las que han ido apareciendo, algunas se han quedado y espero que se queden con sus brujerías incluidas. Otras han seguido su camino diferente al mío, pero claro era el suyo. INFINITAS GRACIAS.
Te agradezco a ti, que estás leyendo estas líneas, que has sentido el impulso o la necesidad de llegar hasta aquí. Por tu presencia en este mismo instante GRACIAS INFINITAS.
Y a todas, INFINITAS GRACIAS POR EL AMOR RECIBIDO